Después de este testimonio de Jorge sobre las actividades de nuestros niños, voy a contar algo desde el punto de mira de los padres.
La convivencia estaba preparada por los cuatro matrimonios que lo habían hecho también el año anterior: Javi y Elena, Ana y Rafa, Martín y Loles y Pilar y Andrés, a los que les agradecemos mucho el esfuerzo realizado.
Villagarcía de Campos tiene un encanto especial, casa grande, amplia, habitaciones cómodas, pasillos en los que te pierdes, capillas dónde en cualquier piso puedes decir hola y hasta luego al Señor por todas partes, y un jardín grande, grande, en el que se puede jugar, correr, y preparar toda serie de actividades lúdicas y religiosas.
Llegamos el viernes noche a la hora de la cena y antes de ir a acostarnos rezamos en la ermita un rosario a la virgencita cuya imagen lleva años escuchando peticiones y acciones de gracias. Completamente a oscuras llegamos allí, enfocamos a la imagen con una linterna. Ella nos acogía con cariño, como siempre.
Al día siguiente, sábado, ya puestos los carteles en habitaciones y horarios en la casa, fueron llegando las familias. Comenzamos pronto, primero con una oración de bienvenida y acción de gracias por este año pasado en la bendición del Señor, y después en el salón nos iniciaron con el tema de la convivencia, Amoris Laetitia, capítulo 4º, El amor en el matrimonio.
Se dividió el capítulo en 3 grupos y después de unas palabras de ambientación nos fuimos a trabajar por grupos, cuyos responsables eran uno de los matrimonios que habían preparado la convivencia. La finalidad era además de leer, reflexionar y comprender el mensaje, el mirar la manera de presentárselo a los demás grupos, normalmente a través de una representación.
Trabajamos mucho, pero nos divertimos de lo lindo tomando cada uno un papel en la pequeña obra teatral que preparamos cada grupo.
Por la tarde fuimos a dar un paseo en barco por el canal de Castilla desde Medina del Campo. Interesante la charla del guía. Mientras, algunos aventureros del grupo iban en canoas.
Por la tarde tuvimos la exposición del primer grupo, lo hicieron fenomenal, los demás pensábamos ¿llegaremos a hacerlo tan bien?
Después tuvimos una oración con exposición del Santísimo, gracias a la presencia de D. Javier tuvimos esa oportunidad. Fue una oración en la que los niños nos ayudaron a llegar a Jesús. Los padres llevaron a sus niños ante Jesús eucaristía mientras el Señor con su palabra decía: dejad que los niños se acerquen a mí, y a través del sacerdote les impuso las manos, como dice la escritura. Los niños estuvieron a los pies del Señor, mientras los mayores pensábamos que es lo que necesitábamos pedir a Jesús. Los niños bajaron del altar, y pasaron cada uno de ellos a pedir por cada familia, se acercaban al matrimonio o persona y preguntándole su nombre, pedían por los que cada familia tenía en su corazón, por los que tenían en su vida, amigos, familiares, compañeros, componentes de su equipo del MFC, para que les cuidase y protegiese. Para que se acercasen al Señor siempre que lo necesitaran y pidieran mucho a su Madre. Después rezaron todos por el sacerdote, para que fuese fiel a su vocación y se pareciese cada día más a Él, y que el Señor siga eligiendo a los suyos, que haya muchos y santos sacerdotes. Todos después recibimos la bendición.
El Santísimo quedó expuesto toda la noche hasta la oración de la mañana, y se fueron apuntando muchos de los allí presentes a pasar una hora de la noche con el Dios vivo.
Después de la cena, tuvimos un rosario recorriendo el parque, a oscuras, iluminados con velas y los focos de “un coche”, hasta llegar a la pequeña gruta de la virgen de Lourdes donde a la Señora se la dijeron un montón de piropos, tanto que tuvimos que dejarlo para otro día, porque no podíamos empezar con la velada.
Unas cuantas familias (gracias por ello), habían preparado algún número para este festival, los niños hicieron una representación sobre la “oveja perdida” que estuvo muy bien (gracias les damos a los monitores) y disfrutaron mucho, todos hicieron algún papel. Y una cosa que también gustó mucho fue el recuerdo de las convivencias de principio de curso, de Valdelateja, del Espino, mediante las películas que había tomado Ángel Pelayo y nos habían dado nuestros “ángeles” que tanto han trabajado en ello. Recordar la historia ayuda a valorar el mucho trabajo que se ha ido haciendo, poco a poco y con mucha ilusión, y por el que ahora los demás podemos disfrutar de lo que tenemos. Vimos allí a mucha gente a la tenemos mucho cariño y están siempre en el recuerdo.
Después de una noche de adoración, al día siguiente dimos los buenos días al Señor y empezamos con las siguientes exposiciones de los dos grupos que quedaban. No se puede decir más que todo estupendo, muy trabajado y divertido. Somos unos verdaderos artistas.
Para la misa, nos unimos al pueblo de Villagarcía, coincidió la despedida del párroco, uno de los jesuitas de la Casa. Muy emotivo, el pueblo agradecido y él emocionado por el cariño que le expresaban.
Después de la comida, tuvimos una puesta en común de lo vivido en estos días, lo positivo y lo que se puede mejorar; incluso se presentó un nuevo equipo para preparar la convivencia al año siguiente.
Y cada uno a su casa. Contentos de haber estado juntos, disfrutando y en un ambiente de hermanos en el Señor. Hasta el próximo año no tendremos Villagarcía, pero aprovechemos las oportunidades que tenemos durante el curso para vernos.
ANA N.