lunes, 11 de noviembre de 2013

EN RECUERDO DE CONCHI…

Hace unos días tuvimos que despedir a una gran amiga, nuestra Conchi. Porque, aunque no de todos, sí era de muchos. Su pérdida nos ha pillado desprevenidos porque, aunque sabíamos la gravedad de su enfermedad, sus constantes ganas de vivir y su fuerza en la lucha, nos hacía confiar en tenerla durante más tiempo con nosotros. Ella aceptó la enfermedad con la que le tocó vivir durante los últimos años de su vida. Pero no se resignó a “ser una enferma”, y vivía con ilusión el día a día. Cuando en su condición humana se sentía débil, buscaba en la fe en Dios las fuerza para seguir luchando.
Cuando una persona muere, lo que nos quedan son los buenos recuerdos. En el caso de Conchi, nos queda su alegría, la pasión que le ponía a la vida… y así sentimos que no se ha ido del todo. Se queda en ese lugar del que no puede irse, en nuestro corazón. Nos vienen a la cabeza tantos paseos, tantas charlotadas, viajes, excursiones, tantos momentos… los buenos y los malos, porque ese es el concepto mismo de amistad.
Si tuviéramos que destacar una virtud de su persona, ésa sería la GENEROSIDAD, y no hablamos de lo material, ya que ella se entregaba en cada cosa que hacía y daba todo de sí a los demás. Hasta el punto, que a veces le dolía. Pero conseguía sacar lo bueno de las cosas para seguir adelante. Y es que Conchi era especial, para lo bueno y para lo malo. Ha sido y seguirá siendo, un ejemplo de entrega y de lucha.
En nuestra condición de cristianos, debemos ahora rezar por ella que ya se ha ido y también por Alberto, que ha luchado junto a ella de manera incansable, siendo su mayor apoyo y no dejándola rendirse. Esperamos que Dios le ayude también a él a seguir adelante y a sobrellevar la dura ausencia. Vuestro matrimonio ha sido un ejemplo de amor incondicional, que se veía reflejado en cada mirada. Querido amigo, cuenta con nuestro apoyo y oración.
Nos gustaría decir muchas más cosas que sentimos pero que son difíciles de expresar en unas palabras. Ahora solo queremos decirte, HASTA SIEMPRE AMIGA, gracias por tu amistad. Descansa en paz, te lo mereces. Disfruta del Cielo en el que algún día nos encontraremos para hacer un teatro que no podamos acabar de la risa o bailar una jota. Confiamos en que Dios ya te tendrá en ese lugar que con tu vida te ganaste.


Julita y Cristina. 

jueves, 7 de noviembre de 2013

SE NOS FUE CONCHI SANTAMARIA

Conocí a Conchi y a su esposo Alberto hace ya muchos años en la Adoración Nocturna: eran presidentes de los turnos de Tardajos. Enseguida hicimos amistad y creo que por este y otros motivos, a través de Roberto y Julita  de quienes eran muy amigos, entraron en el MFC.
Si hubiera que destacar algunos rasgos de Conchi, señalaría los siguientes:
-Su alegría: era una mujer muy alegre y comunicativa, daba gusto estar a su lado. Tenía siempre la sonrisa en los labios.
-Su sencillez: nunca se daba importancia, se relacionaba con todos con mucha facilidad.
-Su religiosidad: era una mujer muy cristiana y muy ligada a la Parroquia, junto con su esposo, participando en las celebraciones litúrgicas y de modo particular en la Adoración Nocturna.
-Su espíritu de trabajo apostólico y participativo tanto en la Adoración Nocturna, como en el MFC y en otras actividades del pueblo. Ellos se preocupaban de prepararnos la sala de los Padres Paules para los retiros que hacíamos en Tardajos. A las reuniones de grupo solían acudir, aunque últimamente menos, porque Conchi estaba muy baja de ánimo y de salud; pero disfrutaban de nuestra amistad y compañía, como también nosotros disfrutábamos de su presencia.
-Su sensibilidad: Conchi era muy sensible y esto le hacía sufrir mucho y a veces le retraía de ciertas cosas o actividades o personas, sobre todo cuando le llegó la enfermedad.
La vamos a echar de menos en las reuniones de grupo, pues siempre se creaba entre nosotros un clima de familia en el que todos, tanto ella como el resto del grupo, disfrutábamos enormemente.
Hemos pedido y seguiremos pidiendo para que el Señor le haya llevado a su morada de paz y de amor y también para que a Alberto le siga ayudando en la no fácil situación en que se encuentra: eran como carne y uña, pero en el grupo y en el MFC seguirá teniendo su familia y sus amigos.
En Conchi y en Alberto se ve una vez más la belleza del matrimonio. Me da la impresión que ellos estaban profundamente compenetrados y donde iba uno, iba también el otro, los gozos y las tristezas del uno se veían reflejados en el otro. Dios no les dio hijos pero trataron de abrir sus puertas a los sobrinos, familiares y amigos, pues el amor matrimonial es abierto como el sol.
Hemos perdido una amiga, una hermana, en este mundo presente; pero estamos seguros que el Señor la habrá acogido en su gloria eterna y desde allá nos seguirá queriendo e intercediendo por nosotros.

Don Javier

CONCHI SANTAMARÍA SE NOS HA IDO A LA CASA DEL PADRE

Conchi (de Tardajos) se nos ha ido a la Casa del Padre.Nos duele su ausencia y la echaremos de menos.

Nos quedan unos recuerdos entrañables sobre todo de aquellas convivencias en Valdelateja. 

Era activa,alegre y de risa fácil.

Además de los buenos ratos de oración y trabajo, nos hizo disfrutar de unas actuaciones con Julita, en "el fuego de campamento" que eran memorables.

Ahora, junto a Dios,tenemos a tres valedores que cuidan del Movimiento Familiar Cristiano: Carlos, Roberto y Conchi e intercederán por todas las familias.


Charo