Como colofón de curso el Servicio de Infancia y Juventud (SIyJ) organizó una jornada, el sábado día 30 de junio, en el parque Senda Viva de Navarra.
Todos alrededor de las 8 de la mañana en la Plaza Sta Teresa. Y para empezar con buen pie asistimos a la eucaristía celebrada por D. Ángel Olalla. Una vez en el autobús, todos aprovecharon el viaje, unos para charlar y ponerse al día, otros para dormir, otros para ver la película que proyectaron. Y sin ningún contratiempo, gracias al conductor de primera, llegamos al parque.
D. Ángel Olalla, experto en el parque, nos llevaba de un sitio a otro con el objetivo de no perdernos ninguna actuación. Así, corriendo llegamos a la espectacular exhibición de cetrería, ¡impresionante! Como volaban y planeaban las aves rapaces. También nos organizó para reservar en diversas actividades, tirolina (para unos poquitos), el circo, la casa encantada, etc.
Y nos animó a subir el monte, en aras de encontrar un sitio (localizado con la ayuda de Ramón) estupendo, fresco y a la sombra para comer “qué no se enteren los de Senda Viva”. Después de comer siguieron las atracciones, coches, ver juntos los lobos, los osos, etc. los chorros de agua, la noria de bicicleta,…
Y si el parque de Senda Viva está muy bien, lo que está genial es ir en familia, en una gran familia (la Familia del “MOVI”). Todos juntos, mayores, pequeños y más pequeños. Sabías que si por un momento te parabas y no veías a tus niños, había otros ojos cuidando de ellos, que si a alguien le pesaba la mochila, no había problema, a otro se le ocurría la genial idea de ir a consigna, que si alguien estaba cansado, le llevaban un café, en fin que todos estábamos pendientes de todos, y todos disfrutábamos tanto del parque como de la gran familia.
El día se nubló un poco, al ver que Rosa y su hijo Javier tuvieron un pequeño accidente con la crema solar, hinchándoseles los ojos y sin poder disfrutar a tope. Confío en que ya estén bien.
A las 19:30 quedamos todos puntualmente en la salida, y al autobús. Antes de que algún niño cayera dormido rezamos el Santo Rosario de forma compartida entre todos. Y el conductor, de primera, nos llevo de vuelta a Burgos, en un "plis plas". Eso sí, unos llegaron más despiertos que otros.
Quiero acabar expresando mis felicitaciones a todos los organizadores del SIyJ, que han hecho posible con su trabajo, que este servicio haya funcionado tan bien, tanto a lo largo del curso como en este colofón.
Por Nieves
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